Sentado en el atrio del parque como buscando que la tarde se desvanezca para observar como llega la noche en mi pueblo, y aprovechar de ese privilegio en mis días de descanso. Miro hacia el norte y diviso que en el marco de la calle real un caminar pausado y firme se acerca a mi, y si efectivamente reconozco que es mi viejo.
Hombre imponente quien hace notar que sus 92 años no son cuento. Amante de las letras, esposo del MRL, hijo de la vida y amigo entrañable del tango quien sin dudarlo domina sus pasos como buen porteño.
Siéntese aquí le digo con gusto, pero con gestos y muecas me indica que no puede porque el amor de su vida lo espera para que le haga compañía. Jajajaja que romance tan intenso: un par de tortolitos desde hace mas de 50 años.
Sigo sentado en primera fila, como espectador VIP para no perderme esa majestuosidad de la naturaleza, pero sin dejar de pensar en que aquel hombre en el que encuentro un ejemplo a seguir, sin exagerar es lo más cercano a la perfección.
Un aire frió y desagradable pasa por enfrente mió y de inmediato se vienen a mi mente preguntas como sacadas de las famosas frases de bajón, pero una es la que mas me preocupa: “el ya esta cansado e indefenso, ¿Qué pasa si ya no esta?” difícil pregunta, pero por ahora no me quiero alarmar, ceguemos esa posibilidad y sigamos disfrutando de su vida, sus cuentos, sus anécdotas, sus chistes y su hermoso ser. Tratare de escanear uno a uno sus paso para procesarlos y convertirlos en una replica en mi y el día que la pregunta se haga realidad poder decir: “viejo mi querido viejo gracias porque soy como tu”
Hombre imponente quien hace notar que sus 92 años no son cuento. Amante de las letras, esposo del MRL, hijo de la vida y amigo entrañable del tango quien sin dudarlo domina sus pasos como buen porteño.
Siéntese aquí le digo con gusto, pero con gestos y muecas me indica que no puede porque el amor de su vida lo espera para que le haga compañía. Jajajaja que romance tan intenso: un par de tortolitos desde hace mas de 50 años.
Sigo sentado en primera fila, como espectador VIP para no perderme esa majestuosidad de la naturaleza, pero sin dejar de pensar en que aquel hombre en el que encuentro un ejemplo a seguir, sin exagerar es lo más cercano a la perfección.
Un aire frió y desagradable pasa por enfrente mió y de inmediato se vienen a mi mente preguntas como sacadas de las famosas frases de bajón, pero una es la que mas me preocupa: “el ya esta cansado e indefenso, ¿Qué pasa si ya no esta?” difícil pregunta, pero por ahora no me quiero alarmar, ceguemos esa posibilidad y sigamos disfrutando de su vida, sus cuentos, sus anécdotas, sus chistes y su hermoso ser. Tratare de escanear uno a uno sus paso para procesarlos y convertirlos en una replica en mi y el día que la pregunta se haga realidad poder decir: “viejo mi querido viejo gracias porque soy como tu”
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